🎤 Roger Waters – This Is Not A Drill: un concierto-manifiesto
Cuando Roger Waters sube a un escenario, no lo hace para ofrecer un simple concierto. Lo suyo es un acto de arte total, de denuncia, de memoria y de emoción. This Is Not A Drill, su gira más reciente, no es la excepción: es, quizás, su proyecto más contundente desde la era de The Wall, una obra que combina música legendaria con un mensaje profundamente político y humano.
La gira del ahora o nunca
Anunciada como su "primera gira de despedida", This Is Not A Drill (2022–2023) fue concebida como una llamada de emergencia. Desde el propio título —"Esto no es un simulacro"— Waters deja claro que lo que se está jugando en el mundo actual no es entretenimiento, sino el futuro de la humanidad. Y para hablar de ello, retoma su mejor lenguaje: el de las canciones que marcaron generaciones.
El espectáculo se estructura como un collage audiovisual en el que se entrelazan clásicos de Pink Floyd como Comfortably Numb, Us and Them, Wish You Were Here o Another Brick in the Wall, con piezas de su carrera solista —notablemente del álbum Is This the Life We Really Want?— y algunas nuevas composiciones escritas especialmente para esta gira.
Un escenario para la verdad
La puesta en escena es impactante: un escenario en forma de cruz en el centro del recinto, pantallas gigantes que proyectan imágenes de guerras, migraciones, destrucción ambiental y mensajes anticapitalistas, todo en perfecta sincronía con la música. Waters no tiene miedo de incomodar: desde críticas directas a líderes políticos hasta una lista de "asesinos contemporáneos" que aparece proyectada mientras suena The Powers That Be.
Pero no es un espectáculo pesimista. Waters, con casi 80 años, sigue siendo un artista con fe en la conciencia y en la posibilidad de cambio. En sus propias palabras: “Love is at the center of everything I believe in.” Y esa luz se filtra en canciones como Déjà Vu, donde reflexiona sobre el deseo de poder cambiar el mundo si fuera Dios, o en la siempre dolorosamente vigente The Gunner’s Dream.
Una experiencia inolvidable
This Is Not A Drill no solo es un repaso monumental por la obra de uno de los grandes genios del rock progresivo. Es una experiencia profundamente personal, donde Waters se abre, se indigna, sueña y canta con una voz herida, pero aún poderosa. Es también un espejo de nuestra sociedad y una advertencia sobre hacia dónde vamos.
En un mundo saturado de espectáculos vacíos, Roger Waters nos recuerda que el arte puede y debe tener algo que decir. Porque no, esto no es un simulacro.
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