Dr. MacPhail's Reel
Waiting for the Wheel to Turn
Mis inicios dentro de la música celta estuvieron muy ligados a Capercaillie, un grupo que descubrí gracias al mítico programa de Radio 3, Diálogos 3, a cargo del inigualable Ramón Trecet. Aquellas emisiones fueron mi puerta de entrada a la música celta y a otras raras avis musicales que, de otra manera, quizá no habría conocido , uno de estos grupos fue Capercailie.
El grupo estaba compuesto por músicos extraordinarios, cada uno aportando su esencia para crear un sonido inconfundible:
- Karen Matheson: voz principal, con una de las voces más sublimes de la música celta, capaz de transmitir una delicadeza y fuerza inigualables.
- Donald Shaw: teclados y acordeón, aportando texturas ricas y envolventes a las melodías.
- Charlie McKerron: violín, con un virtuosismo que elevaba cada tema.
- Marc Duff: flautas y silbatos, llenando de matices tradicionales los arreglos.
- John Saich: bajo, aportando solidez y ritmo a las piezas.
- Manus Lunny: guitarra y bouzouki, sumando capas de sonido que enriquecían las composiciones.
El combo era perfecto: maestría instrumental, la voz celestial de Matheson y un respeto absoluto por la tradición, sin renunciar a la audacia de modernizar su sonido, lo que le confería una elegancia musical al alcance de muy pocos.
Si hablamos de folk celta con un toque moderno, Capercaillie es un nombre que siempre sale a relucir. Esta banda escocesa, formada en los años 80, lleva décadas mezclando la tradición gaélica con sonidos contemporáneos, y su álbum Delirium (1991) es un ejemplo perfecto de esa magia. Producido por la propia banda junto a Calum Malcolm, el disco tiene esa vibra cálida y orgánica que te transporta a las Highlands, pero con un giro fresco que lo hace sonar atemporal.
La voz de Karen Matheson, como siempre, es el alma del álbum —pura, emotiva y capaz de helarte la piel—, mientras Donald Shaw teje capas de teclados y acordeón que dan un aire casi cinematográfico.
El disco abre con "Rann Na Móna", un tema que mezcla gaélico y energía rítmica, y sigue con joyas como "Waiting for the Wheel to Turn", donde se nota esa fusión de folk y pop que los puso en el radar internacional. otro de los temas que destacan es "Cape Breton Song" canción con ese fuego instrumental que hace que quieras levantarte y bailar.
Uno de los primeros temas que escuché de Capercaillie fue "Dr. MacPhail's Reel", un reel vibrante y lleno de energía que me aportaba una alegría inmediata con su ritmo pegajoso e irresistible. Cada nota parecía una invitación a dejarse llevar por la música, a imaginarse en medio de una taberna escocesa donde los músicos tocan sin descanso mientras los pies no dejan de marcar el ritmo en el suelo de madera. La calidad de Capercaillie era arrolladora desde sus primeros compases, con cada integrante aportando una destreza instrumental impecable, logrando que las piezas tradicionales adquirieran una frescura y vitalidad únicas, sin perder nunca su esencia ancestral.
Escuchar Delirium fue para mí como abrir una ventana a los paisajes de Escocia, a su historia y a su mágica tradición musical. Capercaillie me acompañó en mis primeros pasos por la música celta, y sigue siendo un faro al que regreso cada vez que necesito reencontrarme con esa alegría primigenia que sentí al escuchar, por primera vez, "Dr. MacPhail's Reel".
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