Ronnie Rondell Jr. y la portada de Wish You Were Here

 

                   

Ronnie Rondell Jr. y la portada de Wish You Were Here

Un disco legendario suele ser noticia por multitud de motivos. Muchos álbumes de rock han sido ensalzados no solo por su gran música, sino también por sus portadas, auténticas obras de arte que han pasado a la historia. Basta pensar en las creaciones de Roger Dean para Yes o en los icónicos diseños del estudio Hipgnosis.

             

Hoy nos detenemos en Wish You Were Here de Pink Floyd, uno de los mejores discos en la historia del rock progresivo. Su portada es mucho más que una simple imagen: es una crítica al mainstream dentro de la industria musical, plasmada en una fotografía que todos tenemos grabada en la memoria.

La noticia que hoy nos convoca es triste: Ronnie Rondell Jr., veterano doble de riesgo de Hollywood y protagonista de la emblemática portada, falleció el martes 12 de agosto de 2025 en un centro de retiro en Osage Beach, Misuri. Tenía 88 años. La noticia fue confirmada por su familia, según informó The Hollywood Reporter.

La idea de la imagen nació del equipo de diseño Hipgnosis, encabezado por Storm Thorgerson y Aubrey Powell, quienes buscaban reflejar el tema de la ausencia y, al mismo tiempo, las críticas al negocio musical. “Dos hombres de negocios dándose la mano, y uno de ellos quemándose en el trato”, así resumió Powell el concepto en una entrevista con The Guardian.

               

Para ello contrataron a Rondell, que aceptó el desafío no sin advertencias. “Es peligroso que un hombre se quede quieto mientras está en llamas. Normalmente corres, caes o la cámara juega con los ángulos para que no estés tan cerca del fuego, pero quedarse inmóvil es…”, recordó Powell que le explicó el especialista.

El rodaje tuvo lugar en los estudios Warner Bros. de Burbank. Rondell fue equipado con un traje y una peluca resistentes al fuego, empapados en gel retardante. La escena se repitió 14 veces, hasta que en la toma 15 un golpe de viento envolvió las llamas en su rostro. El equipo se abalanzó con mantas para apagarlo, pero incluso así perdió una ceja y parte del bigote. “¡Es todo! ¡Terminé!”, exclamó después de lanzarse al suelo. Paradójicamente, esa fue la toma definitiva.

     Esa imagen, dos hombres estrechando la mano en un gesto aparentemente cordial mientras uno de ellos se consume en llamas, quedó inmortalizada como metáfora de los engaños y la frialdad de la industria musical. Hoy, al despedir a Ronnie Rondell Jr., también recordamos que gracias a su valentía nació una de las portadas más memorables en la historia del rock.