Santana – Abraxas: el crisol sonoro de una revolución espiritual y musical
A comienzos de los años 70, el mundo del rock vivía una de sus épocas más fértiles y transformadoras. En medio del auge del psicodelismo, el blues eléctrico y los primeros atisbos del rock progresivo, emergía una banda que rompería todos los moldes establecidos: Santana. Fundada por el guitarrista Carlos Santana, la banda se dio a conocer a gran escala tras su inolvidable actuación en Woodstock (1969), en la que deslumbraron con una mezcla electrizante de rock, ritmos latinos y una espiritualidad contagiosa. Apenas un año después, lanzaron Abraxas (1970), un disco que no solo consolidó su estatus, sino que redefinió la fusión musical contemporánea.
Un grupo multicultural, un sonido sin fronteras
Santana no era una banda cualquiera. En una época en la que el rock era mayoritariamente anglosajón y blanco, Santana se erigió como un colectivo multicultural y mestizo, capaz de tejer en una misma canción los ritmos africanos, la percusión afrocaribeña, los solos de guitarra del blues, el jazz improvisado y la cadencia del soul. La visión de Carlos Santana trascendía géneros y culturas: buscaba una música que conectara con el alma, sin etiquetas.
El debut homónimo de 1969 ya había dejado claro que estaban aquí para cambiar las reglas del juego, pero fue con Abraxas donde su propuesta alcanzó una forma más madura, introspectiva y profundamente espiritual.
Abraxas: entre lo divino y lo terrenal
Lanzado en septiembre de 1970, Abraxas toma su nombre de una figura mitológica gnóstica que simboliza la unidad de los opuestos: el bien y el mal, lo espiritual y lo físico, lo divino y lo profano. Esta dualidad se refleja tanto en la portada del disco, una obra caleidoscópica del artista Mati Klarwein, como en el contenido musical, que es una auténtica sinfonía de contrastes y armonías.
El álbum abre con "Singing Winds, Crying Beasts", un pasaje atmosférico casi ceremonial, antes de explotar en la contagiosa y mítica "Black Magic Woman/Gypsy Queen", una versión del tema de Peter Green (Fleetwood Mac), que se transformó bajo el prisma de Santana en una experiencia mística y sensual. Le sigue "Oye Como Va", una adaptación del tema de Tito Puente, que se convirtió en un himno latino mundial, con una cadencia irresistible de teclados, bajo y percusión.
Otros momentos brillantes incluyen "Samba Pa Ti", una pieza instrumental de belleza melancólica que resalta el lirismo de la guitarra de Carlos Santana, y temas más experimentales como "Se a Cabo" o "Mother's Daughter", que exploran la dimensión más funky y tribal del grupo.
Un crisol musical de influencias
Abraxas es un crisol musical que fusiona una gran diversidad de influencias. Estas no solo reflejan las raíces culturales del grupo, sino también las tendencias musicales de finales de los años 60 y principios de los 70, así como la visión innovadora de Carlos Santana. Aquí se entrelazan con naturalidad estilos que, hasta ese momento, parecían pertenecer a universos distintos:
Música Latina y Afro-Caribeña: Elementos de géneros como la salsa, el mambo y el jazz latino están presentes en todo el álbum. La adaptación de "Oye Como Va", de Tito Puente, es un claro ejemplo de cómo el grupo reinterpretó este tipo de música, con ritmos de percusión dinámicos, bajo hipnótico y una base melódica vibrante que convirtió el tema en un himno internacional.
Blues: Carlos Santana, influenciado por maestros como B.B. King, llevó el lenguaje del blues a un nuevo territorio. Las líneas de guitarra, tan expresivas como llenas de alma, resplandecen especialmente en la melancólica e instrumental "Samba Pa Ti", donde cada nota parece contar una historia silenciosa pero ardiente.
Rock Psicodélico: Provenientes de la efervescente escena de San Francisco, la banda compartía sensibilidad con grupos como Jefferson Airplane y Grateful Dead. Esto se percibe en las texturas atmosféricas, los pasajes instrumentales extendidos y los momentos de trance sonoro que transportan al oyente más allá de lo físico.
Jazz y Funk: La estructura armónica y la improvisación presentes en varios temas del álbum muestran influencias del jazz y del funk. Las líneas de teclado de Gregg Rolie, así como los patrones rítmicos complejos, elevan la experiencia musical, añadiendo profundidad y sofisticación.
Éxito y legado
Abraxas fue un éxito inmediato. Alcanzó el número 1 en la lista Billboard 200, impulsado por sencillos como "Black Magic Woman/Gypsy Queen" y "Oye Como Va". Pero más allá del éxito comercial, el disco estableció a Santana como pioneros de un nuevo lenguaje musical, uno que anticipaba muchas de las fusiones que florecerían décadas después.
Carlos Santana, además, se convirtió en un icono espiritual y cultural, alguien que no solo tocaba la guitarra, sino que hablaba a través de ella, con un tono inconfundible, místico y visceral. Abraxas no fue solo un disco, sino un ritual musical, una invocación a lo sagrado dentro de lo terrenal.
Epílogo: una experiencia atemporal
Escuchar Abraxas hoy es abrir una puerta al mestizaje sonoro más libre y elevado. Es dejarse llevar por un flujo de emociones, por una guitarra que llora y canta, por una percusión que invoca raíces ancestrales, y por una banda que entendía la música como un puente entre mundos. Medio siglo después, su mensaje y su belleza siguen tan vivos como el primer día.


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