En el vasto universo de la música neoclásica, pocas piezas logran capturar la esencia de la naturaleza y la geometría como "Often a Bird" de Wim Mertens. Esta cautivadora composición pertenece a su álbum "Jardin Clos" de 1996, una obra que despliega toda la sensibilidad minimalista y la emoción característica del compositor belga.
"Jardin Clos" —título que significa "jardín cerrado" en francés— es un álbum que parece invitarnos a entrar en un espacio íntimo y contemplativo, donde la música se convierte en un refugio. Los "jardines cerrados" eran instituciones religiosas reservadas para mujeres, donde realizaban todo tipo de trabajos, incluidos algunos de carácter artístico, en los Países Bajos desde el siglo XIII. Uno de estos trabajos era hacer relicarios a partir de cráneos humanos . La portada del álbum presenta un extraño relicario elaborado a partir de cráneos humanos, una representación de esta conexión histórica.
Musicalmente, Jardin Clos introduce una innovación significativa en la obra de Mertens, ya que utiliza una pequeña orquesta de cuerda de nueve intérpretes, algo que no se había visto antes en su música, y la confronta con un cuarteto de metales. Esta combinación de instrumentos aporta una riqueza sonora única al álbum.
A lo largo del disco, Mertens explora diferentes matices emocionales con su característico estilo minimalista, en el que las melodías se repiten y evolucionan gradualmente, generando una sensación de expansión y recogimiento simultáneos. Cada pieza es como una flor sonora que se abre poco a poco, revelando capas de armonía y tensión.
El disco está impregnado de una atmósfera casi sagrada, como si cada nota fuera un paso dentro de un claustro espiritual. La combinación de piano, cuerdas y la distintiva voz de Mertens crea un paisaje sonoro que nos invita a la introspección. Es un álbum que, lejos de ser estático, se siente vivo y en constante transformación, como un jardín donde la música es la savia que fluye entre cada rincón. Dentro del disco hoy nos vamos a fijar en el tema "Often a Bird"
"Often a Bird" es una pieza que, con su repetitiva estructura melódica y la progresión incesante de cuerdas, evoca la sensación de un vuelo constante, un ascenso perpetuo hacia lo etéreo. La música nos envuelve en un vaivén de sonidos que parecen imitar los patrones naturales, los ciclos interminables de la vida y la armonía inherente al cosmos.
Esta conexión con la naturaleza fue llevada a otro nivel por el artista visual Cristóbal Vila en su impresionante cortometraje inspirado en los números, la geometría y la naturaleza. El vídeo, disponible en www.etereaestudios.com, es un viaje visual que acompaña a la perfección la música de Mertens, mostrando cómo las formas naturales siguen proporciones matemáticas sublimes, desde la espiral de los caracoles hasta la disposición de los pétalos en una flor.
"Jardin Clos" como álbum es un reflejo del talento de Wim Mertens para construir paisajes sonoros que trascienden lo meramente auditivo, invitándonos a contemplar la belleza del mundo desde una perspectiva más profunda y serena. "Often a Bird" no es solo una canción; es un recordatorio de la interconexión entre arte y naturaleza, una pieza que sigue resonando en los corazones de quienes buscan la magia en los pequeños detalles del universo.
Si aún no has visto la película de Vila o escuchado este disco, te animo a hacerlo. Es un encuentro perfecto entre imagen y sonido, una danza sublime entre la música y las matemáticas que nos revela, de manera delicada y hermosa, que todo en la vida guarda un ritmo, una cadencia y un propósito.

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