.jpg)
Rick Davies, leyenda de Supertramp, fallece a los 81 años
El mundo de la música rock está de luto. Rick Davies, cofundador, vocalista, teclista y principal compositor de la legendaria banda británica Supertramp, falleció el sábado 6 de septiembre de 2025 a los 81 años en su casa de Long Island, Nueva York. La muerte del músico, que había luchado durante más de una década contra un mieloma múltiple —un tipo de cáncer que afecta las células plasmáticas en la médula ósea—, fue confirmada por la propia banda en un emotivo comunicado oficial. "The Supertramp Partnership está muy triste de anunciar la muerte del fundador de Supertramp, Rick Davies, tras una larga enfermedad", reza el mensaje, que resalta el privilegio de haber compartido más de 50 años de música con él.Nacido el 22 de julio de 1944 en Swindon, Inglaterra, en el seno de una familia humilde, Davies descubrió su pasión por la música desde niño. Todo comenzó con "Drummin' Man" de Gene Krupa, un tema de jazz que encendió en él un amor eterno por el blues, el jazz y el rock 'n' roll. Inicialmente baterista, pronto se inclinó por el piano, donde desarrolló un estilo inconfundible, especialmente con el Wurlitzer, que se convirtió en la firma sonora de Supertramp. En sus años juveniles, formó parte de bandas locales como Rick's Blues, donde tocó junto a futuros talentos como Gilbert O'Sullivan. Pero fue en 1969 cuando su vida cambió para siempre: publicó un anuncio en la revista musical Melody Maker buscando músicos para formar una nueva agrupación. Entre las respuestas llegó Roger Hodgson, un joven teclista y vocalista con quien Davies fundó lo que inicialmente se llamó Daddy, y que en enero de 1970 adoptó el nombre de Supertramp, inspirado en un libro de viajes de otro Davies, William H. Supertramp Free As a Bird
Los inicios no fueron fáciles. Firmados por A&M Records gracias al mecenas holandés Stanley August Miesegaes, Supertramp lanzó sus dos primeros álbumes —Supertramp (1970) e Indelibly Stamped (1971)— sin gran repercusión. La banda, que se completó con miembros como Dougie Thomson (bajo), Bob Siebenberg (batería) y John Helliwell (saxofón y viento), experimentaba con un rock progresivo influido por el jazz y el pop. El punto de inflexión llegó en 1974 con Crime of the Century, producido por Ken Scott (exingeniero de The Beatles). Este disco, con hits como "Bloody Well Right" —compuesta y cantada por Davies— y "School", catapultó a Supertramp al estrellato mundial. La química entre la voz aguda y luminosa de Hodgson y la grave y reflexiva de Davies creó un equilibrio perfecto, definiendo un sonido sofisticado y accesible que mezclaba melodías pegadizas con letras introspectivas.El apogeo llegó en 1979 con Breakfast in America, un álbum que vendió más de 20 millones de copias y se coronó como número 1 en el Billboard 200. Temas como "The Logical Song" (coescrita por Davies y Hodgson), "Goodbye Stranger" (escrita por Davies), "Take the Long Way Home" y el título homónimo se convirtieron en himnos generacionales. Este trabajo ganó dos Grammy y consolidó a Supertramp como una de las bandas más influyentes de los 70 y 80, con un estilo que transitaba del prog rock al pop radiofónico. Álbumes posteriores como Crisis? What Crisis? (1975) y Even in the Quietest Moments (1977) —con "Give a Little Bit" de Hodgson— mantuvieron el éxito, pero las tensiones creativas entre Davies y Hodgson comenzaron a notarse. En 1983, Hodgson abandonó el grupo para una carrera en solitario, citando diferencias irreconciliables. Davies, el último miembro original, asumió el liderazgo y mantuvo Supertramp viva con discos como Brother Where You Bound (1985) y Slow Motion (2002), aunque sin el mismo impacto comercial.A lo largo de su carrera, Davies no solo fue el corazón musical de Supertramp, sino también un hombre discreto y resiliente. Fuera del escenario, era conocido por su calidez y devoción a su esposa Sue, con quien se casó en 1977 y compartió más de cinco décadas. Sue, mánager de la banda desde 1984, lo acompañó hasta el final. Tras el diagnóstico de mieloma múltiple en 2015, que canceló la gira "Supertramp Forever Tour", Davies se alejó de los grandes escenarios pero no de la música. Formó Ricky and the Rockets, un grupo más íntimo con amigos de su juventud, donde volvía a sus raíces en el blues y el rock. Además, fundó Rick Davies Productions para gestionar los derechos de las grabaciones de Supertramp.Intentos de reconciliación con Hodgson, como en 1993 o 2010, nunca fructificaron debido a disputas legales y creativas —incluso Hodgson fue obligado judicialmente a compartir regalías con excompañeros—. Pero el legado de Davies trasciende eso. Supertramp vendió más de 70 millones de discos, y canciones como "Dreamer", "Cannonball" o "Obertura de los Locos" siguen sonando en radios, películas y conciertos. "Su voz conmovedora y su toque inconfundible en el Wurlitzer se convirtieron en el latido del sonido de la banda", escribió Supertramp en su homenaje. "La música y el legado de Rick siguen inspirando a muchos y son testimonio de que las grandes canciones nunca mueren, siguen vivas".Fans y colegas han inundado las redes con tributos, recordando cómo Davies, el "alma rockera" discreta, ayudó a definir una era. Descanse en paz, Rick Davies. Tu Wurlitzer resonará por siempre.
Los inicios no fueron fáciles. Firmados por A&M Records gracias al mecenas holandés Stanley August Miesegaes, Supertramp lanzó sus dos primeros álbumes —Supertramp (1970) e Indelibly Stamped (1971)— sin gran repercusión. La banda, que se completó con miembros como Dougie Thomson (bajo), Bob Siebenberg (batería) y John Helliwell (saxofón y viento), experimentaba con un rock progresivo influido por el jazz y el pop. El punto de inflexión llegó en 1974 con Crime of the Century, producido por Ken Scott (exingeniero de The Beatles). Este disco, con hits como "Bloody Well Right" —compuesta y cantada por Davies— y "School", catapultó a Supertramp al estrellato mundial. La química entre la voz aguda y luminosa de Hodgson y la grave y reflexiva de Davies creó un equilibrio perfecto, definiendo un sonido sofisticado y accesible que mezclaba melodías pegadizas con letras introspectivas.El apogeo llegó en 1979 con Breakfast in America, un álbum que vendió más de 20 millones de copias y se coronó como número 1 en el Billboard 200. Temas como "The Logical Song" (coescrita por Davies y Hodgson), "Goodbye Stranger" (escrita por Davies), "Take the Long Way Home" y el título homónimo se convirtieron en himnos generacionales. Este trabajo ganó dos Grammy y consolidó a Supertramp como una de las bandas más influyentes de los 70 y 80, con un estilo que transitaba del prog rock al pop radiofónico. Álbumes posteriores como Crisis? What Crisis? (1975) y Even in the Quietest Moments (1977) —con "Give a Little Bit" de Hodgson— mantuvieron el éxito, pero las tensiones creativas entre Davies y Hodgson comenzaron a notarse. En 1983, Hodgson abandonó el grupo para una carrera en solitario, citando diferencias irreconciliables. Davies, el último miembro original, asumió el liderazgo y mantuvo Supertramp viva con discos como Brother Where You Bound (1985) y Slow Motion (2002), aunque sin el mismo impacto comercial.A lo largo de su carrera, Davies no solo fue el corazón musical de Supertramp, sino también un hombre discreto y resiliente. Fuera del escenario, era conocido por su calidez y devoción a su esposa Sue, con quien se casó en 1977 y compartió más de cinco décadas. Sue, mánager de la banda desde 1984, lo acompañó hasta el final. Tras el diagnóstico de mieloma múltiple en 2015, que canceló la gira "Supertramp Forever Tour", Davies se alejó de los grandes escenarios pero no de la música. Formó Ricky and the Rockets, un grupo más íntimo con amigos de su juventud, donde volvía a sus raíces en el blues y el rock. Además, fundó Rick Davies Productions para gestionar los derechos de las grabaciones de Supertramp.Intentos de reconciliación con Hodgson, como en 1993 o 2010, nunca fructificaron debido a disputas legales y creativas —incluso Hodgson fue obligado judicialmente a compartir regalías con excompañeros—. Pero el legado de Davies trasciende eso. Supertramp vendió más de 70 millones de discos, y canciones como "Dreamer", "Cannonball" o "Obertura de los Locos" siguen sonando en radios, películas y conciertos. "Su voz conmovedora y su toque inconfundible en el Wurlitzer se convirtieron en el latido del sonido de la banda", escribió Supertramp en su homenaje. "La música y el legado de Rick siguen inspirando a muchos y son testimonio de que las grandes canciones nunca mueren, siguen vivas".Fans y colegas han inundado las redes con tributos, recordando cómo Davies, el "alma rockera" discreta, ayudó a definir una era. Descanse en paz, Rick Davies. Tu Wurlitzer resonará por siempre.
Comentarios
Publicar un comentario